La “Declaración de Valladolid, el Compromiso de las Ciudades por la Economía Circular”, que ha sido leída por el Secretario General de la FEMP, la Alcaldesa de San Fernando (Cádiz), el Alcalde de San Javier, y la Concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Valladolid, actualiza los contenidos, propuestas y compromisos de la “Declaración de Sevilla” que se firmó en marzo de 2017 en respuesta al llamamiento a las “ciudades europeas en favor de una Economía Circular” realizado en París en septiembre de 2015. “Una economía circular -dice la Declaración de Sevilla-, que transforme nuestros residuos en recursos ofreciendo una solución a la crisis ambiental que sufriremos con el modelo económico de desarrollo línea”.

Sigue siendo el eje central en la Declaración de Valladolid que ajusta aquellos principios y compromisos al momento actual de crisis sanitaria y económica a causa de la pandemia y al recientemente validado por la UE Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con los 140.000 millones de euros que comporta.

En la Declaración de Valladolid se señala que “la situación de crisis provocada por el coronavirus ha puesto de manifiesto las deficiencias de nuestras ciudades, a la vez que ha provocado importantes cambios en el uso de los espacios públicos, del transporte, de los lugares de ocio, de las relaciones entre el medio urbano y rural”. Ello, dice el texto, “obliga al rediseño y regeneración de nuestras ciudades y pueblos”, apostando por un trabajo coordinado de las Administraciones Públicas, en colaboración con el sector privado y con la ciudadanía. “No podemos desaprovechar la oportunidad que nos brinda el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”, emplaza la Declaración, que define y compromete el modelo de reconstrucción de ciudades y pueblos: “acorde con los principios del Pacto Verde Europeo: economía circular, energía limpia, eficiencia energética, movilidad sostenible, incremento de la biodiversidad, eliminación de la contaminación y lucha contra el cambio climático”.

Las ciudades que se adhieran a la Declaración de Valladolid, con la que “la FEMP reafirma el compromiso local con la economía circular”, adquieren 16 compromisos: “Impulsar y apoyar tanto el llamamiento que realizó la ciudad de París por una economía circular como la Declaración de Sevilla, firmada el 15 de marzo de 2017” es el primero; el compromiso central es “convertir a la economía circular en una fuente de impulso de las nuevas tecnologías que contribuya al cambio del modelo económico y a la reducción de impactos ambientales”. Todo desde el reconocimiento al “importante papel que tienen los Gobiernos Locales en las acciones de fomento y desarrollo de un nuevo modelo basado en los principios de la Economía Circular por ser la administración más próxima, y la que por tanto puede prevenir los principales conflictos ambientales”.