El objetivo de este plan es situar a España como país de referencia en el diseño y la fabricación de chips. El Ejecutivo ha lanzado, además, la Oferta de Empleo Público para 2022, compuesta por 44.787 plazas, un refuerzo sin precedentes de las plantillas de la Administración General del Estado.

El Consejo de Ministros ha aprobado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Microelectrónica y Semiconductores (PERTE Chip), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha apuntado que «probablemente es el proyecto más ambicioso del plan de recuperación» por su cuantía (12.250 millones de euros de inversión pública), su impacto transformador para la industria y su contribución a la autonomía de España y de la Unión Europea en materia tecnológica.

El objetivo del PERTE Chip, ha añadido Calviño, es desarrollar de manera integral las capacidades de diseño y de producción de la industria española de microelectrónica y semiconductores, abarcando toda la cadena de valor, desde el diseño hasta la fabricación de los chips, y generar un efecto multiplicador, no solo en los sectores tecnológicos, sino sobre el conjunto de la industria y de la economía.

Nadia Calviño ha recordado que la escasez de producción de semiconductores en Europa implica una dependencia de actores situados en Taiwán, Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y China, situación que hay que revertir. Europa ha lanzado distintos proyectos para alcanzar el 20% de la producción mundial en el año 2030.

En este contexto, España apuesta por reforzar los activos estratégicos en los que está mejor posicionada: desarrollo de arquitecturas alternativas como RISC-V; fotónica integrada; desarrollo de chips cuánticos y red de salas de micro o nano fabricación. Además, dispone de empresas líderes que demandan semiconductores en sectores tractores como la automoción, la fabricación de máquinas herramientas, las telecomunicaciones, la industria aeroespacial, el transporte ferroviario, la defensa y la construcción de infraestructuras.

Ejes fundamentales del PERTE

El PERTE Chip tiene una orientación a largo plazo, irá avanzando por fases, se construirá con la colaboración público-privada, y de forma integrada y alineada con la estrategia europea de chips, según ha expuesto la vicepresidenta primera.

El primer eje supone el refuerzo de la capacidad científica, con actuaciones para fortalecer la I+D+i sobre microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas y la fotónica integrada, desarrollar chips cuánticos y participar en los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación (IPCEI ME-TC).

El segundo se refiere a la estrategia de diseño e incluye iniciativas que potenciarán la capacidad española en el diseño de microprocesadores de vanguardia mediante la creación de empresas fabless, líneas de pilotos de pruebas y redes de capacitación en materia de semiconductores.

El tercer eje se orienta la construcción de plantas de fabricación en España con capacidad tanto superior como inferior a los 5 nanómetros.

El cuarto implica la dinamización de la industria de fabricación de Tecnologías de la Información y Comunicación europeas, con un esquema de incentivos a la industria manufacturera para la creación de un fondo de chips.

Nadia Calviño ha detallado que el presupuesto total del PERTE Chip asciende a 12.250 millones de euros hasta el año 2027. La principal fuente de financiación provendrá de la adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que el Ejecutivo presentará en la segunda parte del año.

La ejecución del PERTE se articulará a través de distintos instrumentos de gestión, como subvenciones, aportaciones de capital, contratos, encargos y otras formas de colaboración público-privadas.

Para articular el proyecto se creará un Comisionado Especial para el Proyecto de Microelectrónica y Semiconductores dirigido por Jaime Martorell Suarez, experto en el sector.

La vicepresidenta primera ha concluido señalando que el Gobierno quiere que España tenga un papel relevante en el ámbito tecnológico y los fondos europeos proporcionan una oportunidad extraordinaria: «Tenemos el plan de recuperación, una hoja de ruta para la transformación de los sectores tractores de nuestra economía, tenemos la financiación para hacerla realidad y la determinación de aprovecharla».